Diferencias verbales y léxico americano

Diferencias verbales y léxico americano

Fernando Ávila

Los países que formaban parte del Imperio Español se fueron independizando uno por uno, pero todos conservaron el idioma español como propio. Sin embargo, desde el comienzo, desde la Conquista y la Colonización, se venían dando diferencias. En un momento dado, el idioma unificador y universal, era el español de España, y todos los hispanohablantes del mundo debíamos hablar y escribir según las normas de la Real Academia Española, RAE, pero, a la vez, en cada lugar iban surgiendo palabras que no habían llegado de España y se iban incorporando cómodamente dentro del uso habitual y espontáneo del idioma. Incluso, cada una de las Academias de la Lengua Española, que fueron surgiendo a partir de la Independencia de cada país, empezó a hacer sus propios diccionarios y a legalizar sus propios recursos lingüísticos.

Bello

Especialmente significativo es el trabajo del venezolano Andrés Bello, que vivió a finales del siglo XVIII y buena parte del XIX, e identificó usos verbales distintos a los que indica la RAE. Por ejemplo, “ha escrito”, pretérito perfecto compuesto (RAE), se usa en España tanto para indicar que la acción sucedió dentro de una unidad de tiempo que aún permanece, “Jorge Franco ha escrito hasta hoy ocho novelas”, como para indicar una acción que sucedió dentro de una unidad de tiempo que ya terminó, “Gabriel García Márquez ha escrito durante su vida once novelas”. En cambio, en Colombia y otros países de América se hace esta distinción: “Jorge Franco ha escrito ocho novelas”, porque es autor que aún vive y escribe, y “Gabriel García Márquez escribió doce novelas”, porque ya murió y ya no escribe más. Eso llevó a dar nombres distintos a cada tiempo verbal. Así, por ejemplo, lo que la RAE llama pretérito pluscuamperfecto Andrés Bello lo llama copretérito, “había escrito”, y lo que la RAE llama condicional simple Bello lo llama pospretérito, “escribiría”.

Americanismos

Víctor Rodríguez de la Concha, el mejor director que ha tenido la RAE, 1998-2010, propició la elaboración de dos lexicones alternos al tradicional Diccionario de la lengua española: el Diccionario panhispánico de dudas, que da una visión más universal de cada término, mucho más cercano al uso latinoamericano, por ejemplo, el verbo apelar se puede conjugar como se hace en España, “el defensor apeló de la sentencia”, pero también como se hace en América, “el defensor apeló la sentencia”, y el Diccionario de americanismos, 2010, que incluye el léxico particular de cada país de la América hispanohablante, como chapolera, ‘recolectora de café’ / sute, ‘niño pequeño’ / culona, ‘hormiga comestible’ / gomelo, ‘hijo de papi’ / suspiro, ‘merengue’ / pancacho, ‘cruasán’ / guagua, ‘niño pequeño’ y ‘bus’…