El bienestar de las mascotas es una prioridad para cualquier dueño responsable. Al igual que los humanos, los animales manifiestan diversas señales causadas por la presencia de algún malestar o de una enfermedad. Observar día a día a estos compañeros inseparables nos permitirá brindarles una buena calidad de vida a nuestro lado. En este artículo, exploramos los principales signos de alerta.
Cambios en el apetito y el consumo de agua: si tu mascota deja de comer o, por el contrario, muestra un aumento excesivo en su apetito, podría ser un llamado de alerta. Asimismo, un consumo excesivo o reducido de agua puede indicar problemas renales, diabetes u otros trastornos.
Falta de energía: si notas que tu mascota duerme demasiado, está desanimada o menos interesada en actividades que antes disfrutaba, podría estar padeciendo dolor, infecciones o enfermedades más graves.
Cambios en el pelaje y la piel: un pelaje opaco, la caída excesiva de pelo, heridas que no cicatrizan, enrojecimiento o la aparición de bultos pueden ser síntomas de alergias, infecciones cutáneas o incluso tumores.
Problemas digestivos: vómitos frecuentes, diarrea, estreñimiento o abdomen hinchado pueden ser señales de problemas digestivos, infecciones, parásitos o dolencias más graves, como insuficiencia hepática.
Dificultad para respirar o tos persistente: si tu mascota tiene dificultad para respirar, jadea demasiado sin motivo aparente o tose de forma persistente, podría estar sufriendo alguna disfunción respiratoria o cardíaca, o también parásitos pulmonares.
Cambios en los hábitos urinarios: orinar con mucha frecuencia, presencia de sangre o dificultades para hacerlo son signos de alerta de trastornos urinarios, como infecciones o cálculos renales, o enfermedades más delicadas.
Mal aliento o problemas dentales: un mal aliento continuo, encías inflamadas o dificultad para masticar pueden ser indicios de infecciones bucales, problemas dentales o hasta afecciones sistémicas.
Todos los signos descritos pueden revelar afectaciones en la salud que requieren atención veterinaria. Por eso es fundamental estar atentos a cambios en el comportamiento o estado físico de nuestras mascotas y actuar con prontitud. Es posible que la detección temprana marque la diferencia en su tratamiento y recuperación.
El cuidado de ellos no solo implica darles amor y compañía, sino también asegurarnos de que reciban una alimentación equilibrada, un esquema de vacunación adecuado y controles médicos con regularidad. La prevención es la herramienta más conveniente para proteger su bienestar. Debemos tener presente que, ante cualquier síntoma inusual, acudir a un profesional es la mejor decisión para garantizar su salud y felicidad.