En los últimos años el running ha acrecentado su fama entre los amantes del deporte, al igual que en aquellos que buscan mediante la actividad física mejorar su estado de salud. Acá te traemos algunos consejos para practicar running y no morir en el intento.
Lo más importante que debes saber es que para empezar no necesitas disponer de mucho presupuesto o de elementos altamente costosos. Lo único indispensable es tener ropa cómoda y un buen calzado, pues nos ayudará a prevenir lesiones o complicaciones en el cuerpo. A medida que vayas avanzando, te recomendamos el uso de un reloj que servirá para medir pulsaciones, distancia, tiempo, entre otras cosas.
Antes de correr es esencial un buen calentamiento,recordemos que debemos procurar prevenir lesiones, desgarres, esguinces o torceduras. Para esto, te aconsejamos realizar un calentamiento de 10-15 minutos, este consta de movilidad articular tanto del tren superior como del tren inferior.
¿Para qué sirve la movilidad articular?
La movilidad articular es precisamente aquella que prepara el cuerpo para el esfuerzo fisiológico al que se enfrentará en la actividad física que practicará. Es decir, es esencial para asegurar la completa preparación de los tejidos corporales ante el esfuerzo físico.
Estos son algunos de los movimientos articulares que te recomendamos como fase preparatoria para el running:
Movimientos de cabeza arriba y abajo, flexionando y extendiendo el cuello.
Movimientos de la cabeza de manera circular.
Estirar los brazos en cruz y hacer movimientos circulares hacia adelante y hacia atrás.
Elevaciones del brazo y flexión por detrás de la cabeza.
Movimientos rotatorios del torso, con las manos en la cintura, hacia un lado y hacia otro.
Doblar la cintura y dejar caer lentamente el cuerpo hacia adelante, tocando la punta de los pies con las manos, y levantarse de nuevo lentamente.
Doblar la rodilla y sujetar el pie por detrás del cuerpo.
¿Cómo realizar un buen calentamiento?
Para entrar en calor y subir pulsaciones, te recomendamos una serie de jumping jacks, jumping squats, alargues, skipping medio, alto y corto. Y ahora sí, ya estás listo para iniciar tu entrenamiento. Recuerda conocer primero tu cuerpo y tu estado físico; debes correr al ritmo de tu capacidad, puede ser que por la euforia queramos acumular más kilómetros de lo que podemos, y en ese momento es cuando pueden llegar las lesiones. El cuerpo es como una máquina, trabaja al ritmo que lo hayas entrenado.
Para terminar, realiza lo que se conoce como enfriamiento o vuelta a la calma, mediante un afloje de 500 metros a un kilómetro, donde deberás ir bajando el ritmo poco a poco. Y por último, algo fundamental: no olvides estirar, así evitamos contracciones musculares.