Los árabes y el almuerzo
- ad-q-asomos
- 18 julio, 2024
- Educación
- 0 Comentarios
Fernando Ávila
El idioma español se va formando a lo largo de los siglos con ingredientes íberos (barro, gorra, barril), galos (abedul, cerveza, tonel), latinos (maestro, alumno, auditorio), griegos (democracia, filosofía, gramática), germanos (bigote, guerra, guante), de los que hemos hablado en anteriores entregas. En el año 711 de nuestra era los árabes atraviesan el estrecho de Gibraltar y llegan a la península ibérica, donde permanecen hasta 1492. El enriquecimiento cultural de la península es inmenso. La arquitectura árabe puede verse en construcciones como la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. La típica paella española es una de las especialidades culinarias aprendidas de los árabes, con la introducción del arroz a la canasta familiar, junto con especias como comino, cilantro y canela.
Y si esta evocación de la paella ya nos abrió el apetito, tengan en cuenta que aparte de arroz, hay una buena cantidad de voces de origen árabe que tiene que ver con la comida, azúcar, almojábana, albaricoque, albóndiga, almuerzo, almíbar, alcachofa, alubia, albahaca, alcaparra, acebuche, aceite, azúcar, berenjena, escabeche, jarabe, naranja, sandía, zanahoria.
Números arábigos
Los árabes también llevan a la península ibérica los números arábigos, 1, 5, 10, 2024, que reemplazan los romanos, I, V, X, MMXXIV, y un número desconocido en el Imperio romano y en las etapas anteriores de formación de la sociedad hispana, el cero. ¡Imagínense ustedes la vida sin cero!; la aritmética; los hoy infaltables algoritmos y el álgebra. Recuerden la portada del Álgebra de Baldor, que no tiene como protagonista al profesor Baldor, cubano él, sino a un icónico árabe con turbante. También llevan la alquimia, los albañiles y los alcaldes.
Observen que muchas de las palabras árabes (aquí en negrilla) comienzan con al, que equivale a nuestro artículo el. Por ejemplo, coton, que da lugar a la voz inglesa cotton, origina el vocablo español algodón. Y la lista es larga, alambique, alberca, alcantarilla, alcohol, alfiler, alfombra, algarabía, alhaja, alhelí, alicate, almacén, almohada, alcázar, alacena, almena, alfalfa, algarroba y muchas más.
Con otros comienzos, tenemos, por ejemplo, ajedrez, laúd, mármol, para que vean ustedes el nivel cultural de los nuevos habitantes de la hoy España; ojalá, que viene de la oración musulmana ¡oh, Alá!, copiada por los cristianos en vista de lo efectiva que resulta; azafrán, acequia, adalid, ajuar, albacea, asesino.
Bellos aportes
Se dice que varias de las palabras más bellas de nuestro idioma son de origen árabe, zorzal, nombre que se les ha dado a dos grandes cantantes populares, Carlos Gardel, el de Por una cabeza, que baila Al Pacino en la inolvidable escena de Perfume de mujer, que le mereció el Óscar, y al cantante colombiano Óscar Agudelo, el de La cama vacía. A ambos se los llamó «el Zorzal Criollo»; lilaila, que significa en árabe ‘no hay más Dios que Alá’, pero se usa en español para referirse a una ‘tela fina de lana o seda’; ademán, ‘gesto o movimiento del cuerpo que expresa una idea o una emoción’; modales, azar, azahar…
Entre los antropónimos (nombres de personas) preferidos por los colombianos están varios de origen árabe: Azucena, Amira, Fátima, Soraya, Xiomara, Zuleica, Dalia, Inés, Lina, Omaira, Zulay, Nora, para mujeres, y Alí, Omar, Adam, Ibrahim, Zaid, Samir, Yamid, para hombres.

